Este enfoque toma en cuenta muchos puntos de vista sobre el funcionamiento humano (Análisis Transaccional, Terapia Centrada en el Cliente, Terapia Familiar, Terapia Gestalt, Psicoterapia Corporal, Psicodinámica, Conductista, Cognitiva,…). Cada uno de ellos proporciona una explicación válida de la función psicológica y del comportamiento que se ve completada cuando cada uno de estos enfoques está integrado de forma selectiva con los otros, formando un núcleo coherente de conocimientos que guíen el proceso terapéutico (Erskine & Moursund, 1988).
La Psicoterapia Integrativa se refiere también a la unión de los sistemas afectivo, cognitivo, conductual y fisiológico. Las intervenciones terapéuticas están basadas en investigaciones del desarrollo y en las defensas auto-protectoras utilizadas cuando hay interrupciones del contacto en el desarrollo.
Tomar aspectos de los que se reniega, de los que no se es consciente o aspectos sin resolver y hacerlos parte de una personalidad cohesionada, reduciendo el uso de mecanismos de defensa que inhiben la espontaneidad y limitan la flexibilidad en la resolución de problemas, en el mantenimiento de la salud, y en el relacionarse con la gente, para reconectar con el mundo con un contacto pleno. Es el proceso de completar. A través de la integración, se vuelve posible afrontar cada momento abiertamente y de forma espontánea sin la protección de antiguas conclusiones, creencias, actitudes, o expectativas formadas de antemano.
Estos conceptos se utilizan dentro de una perspectiva de desarrollo humano en el que cada fase de la vida presenta tareas propias del desarrollo intensificadas, necesidades, sensibilidades, crisis y oportunidades para un nuevo aprendizaje.
El objetivo de la psicoterapia integrativa es facilitar una plenitud tal que la calidad del ser y el funcionar de la persona en el espacio intrapsíquico, el interpersonal y el socio-político se maximiza con la debida consideración hacia los propios límites personales y las restricciones externas de cada individuo.
El instrumento esencial es la relación terapéutica, ya que todos los sistemas terapéuticos tienen esto en común: CURAR EN LA RELACIÓN. La relación psicoterapéutica orientada al CONTACTO se centra en la indagación, la implicación y la sintonía, que permiten responder a las necesidades actuales del cliente para obtener una relación emocionalmente nutritiva que ofrezca reparación y consistencia. La relación terapéutica es una piedra angular para las relaciones saludables del cliente con otras personas y para un satisfactorio sentido de sí mismo.
El terapeuta facilita el proceso de desarrollo del cliente para integrar las necesidades de contacto y para la satisfacción de necesidades relacionales (Erskine, 1982). El terapeuta es sintónico y muestra implicación, que revela y comunica a través de un interés genuino por el mundo intrapsíquico y relacional de su cliente, indagando, normalizando y validando su experiencia vital y las funciones psicológicas de su comportamiento. Tenemos como objetivo el crear una experiencia ininterrumpida de conexión y contacto, ya que el sentido de sí mismo del cliente y el sentido que desarrolla en su crecimiento sobre la relación, son cruciales en el desarrollo de la salud (O´Reilly &Erskine, 2003).
Desarrollado en sus inicios por el Dr. Eric Berne (1910-1970) el AT aporta una teoría de la personalidad y de cómo es la estructura psicológica de las personas a través del modelo de los Estados del Yo. Este modelo también permite la comprensión sobre el funcionamiento y la expresión de la personalidad en términos de conducta y relación. Un Estado del Yo es un conjunto coherente de emociones, pensamientos, conductas y reacciones fisiológicas, que tiene manifestaciones observables y medibles. La personalidad se manifiesta intrapsíquicamente (fantasías, deseos, anticipaciones…) y en lo social (cada conducta de la vida cotidiana).
El AT proporciona también una teoría de la comunicación y de las relaciones a través del Análisis de los intercambios de estímulos y respuestas entre personas, a lo cual se denomina transacciones. El AT nos da una teoría del desarrollo del niño y el concepto de Guión de Vida, íntimamente relacionado con otros conceptos del AT, que explica cómo nuestros patrones de vida en la actualidad se originaron en la infancia y cómo podemos contribuir a re-actuar estrategias en nuestra vida adulta, incluso cuando éstas producen resultados contraproducentes o dolorosos. La cura del Guión, junto a la integración de los Estados del Yo, conduce a la autonomía, a la recuperación de la consciencia, la espontaneidad y la intimidad, y, por tanto, a la capacidad de responder en el aquí y ahora.
El AT proporciona también una teoría de la comunicación y de las relaciones a través del Análisis de los intercambios de estímulos y respuestas entre personas, a lo cual se denomina transacciones. El AT nos da una teoría del desarrollo del niño y el concepto de Guión de Vida, íntimamente relacionado con otros conceptos del AT, que explica cómo nuestros patrones de vida en la actualidad se originaron en la infancia y cómo podemos contribuir a re-actuar estrategias en nuestra vida adulta, incluso cuando éstas producen resultados contraproducentes o dolorosos. La cura del Guión, junto a la integración de los Estados del Yo, conduce a la autonomía, a la recuperación de la consciencia, la espontaneidad y la intimidad, y, por tanto, a la capacidad de responder en el aquí y ahora.